La clasificación de los electrodomésticos según el nivel de consumo de energía se introdujo en Europa a mediados de los 90. En Rusia, desde 2011, dicho marcado debe ser obligatorio en electrodomésticos grandes, que incluyen refrigeradores, lavadoras y lavavajillas, estufas y hornos eléctricos, congeladores, aires acondicionados y calentadores, televisores, hornos de microondas, lámparas eléctricas y calentadores de agua. Cada electrodoméstico debe tener una etiqueta que indique la clase energética. Información similar se duplica en el pasaporte.
La clase energética se indica con letras latinas de la A a la G. Los electrodomésticos de clase A más económicos, los de mayor consumo energético de los electrodomésticos de clase G. Recientemente ha aparecido una nueva generación de electrodomésticos de ultra bajo consumo, se designa como super A, A +, A++. Para facilitar la percepción, la designación de la letra corresponde a un determinado color. La clase energética A se indica en verde brillante, la clase B en verde claro, la D en amarillo, la G en rojo.
Para que quede más claro,qué papel juega este parámetro, considere los refrigeradores: funcionan casi todo el día y su participación en el consumo de electricidad es tangible. Para determinar la clase, toman el valor real de la electricidad, establecido experimentalmente, y lo dividen por el valor estándar, que se determina mediante una fórmula compleja con muchos componentes. Para la clase A, esta relación es 42-55%, clase energética B - 56-75%, C - 76-90%, D - 91-100%, clases E, F, G - por encima del 100%. Para modelos súper económicos A+, A++, A+++ - menos del 41%. Como puedes ver, los modelos económicos consumen tres veces menos electricidad que el estándar.
Para los acondicionadores de aire, la clase de consumo de energía está determinada por dos indicadores: la relación entre el frío producido y la electricidad gastada al mismo tiempo, y la misma relación solo para calefacción. Para los lavavajillas, el consumo de agua es una prioridad. Para las lavadoras, este parámetro se determina en función del consumo de energía por kilogramo de ropa lavada. Al determinar la clase de consumo de energía de los hornos, se tiene en cuenta su volumen y consumo de corriente; para los televisores, se calcula la relación entre la energía gastada y el área de la pantalla.
El uso de electrodomésticos de alta gama ahorrará significativamente en la factura de la luz, sin embargo, el coste de los modelos con una clase alta de consumo energético es mucho mayor. Esto se debe a la utilización de elementos más modernos, tecnológicamente más complejos y, por tanto, más caros.
Elección de nuevos equipos, excepto diseño, fabricante, dimensionesy potencia, preste atención a la clase energética. Además de importantes ahorros presupuestarios en el pago de las facturas de electricidad, la ubicuidad de la tecnología eficiente reducirá el costo de los recursos naturales, muchos de los cuales no son renovables. Esto, a su vez, mejorará ligeramente la situación medioambiental, que empeora año tras año.